Los Karna son una raza alienígena que hicieron aparición en la novela de Predator: Forever Midnight del 2006. Esta raza alienígena presenta un aspecto más de lagarto, era del tamaño de un hombre, la criatura tenía piel como la de un caimán, ojos como los de una serpiente, una boca sin labios y una sola muesca vertical por nariz.
Los Karna del sexo masculino tienen una cresta que corría a lo largo de la parte superior de su cabeza y hasta su cuello. Las crestas de los Karna pueden cambiar de color para reflejar los sentimientos que el Karna esta expresando en dicho momento, uno de los colores más comunes de observar en sus crestas es el verde. Estos lagartos espaciales tienen garras, lo suficientemente afiladas para cortar resina resistente y ataduras simples. También pueden aprender los idiomas al mirar en las mentes de otras criaturas inteligentes como los Humanos o los Atavites. De acuerdo con su apariencia de reptil, ponen huevos y aparentemente se alimentan de las grandes larvas nativas de Midnight.
La cresta de los Karna macho se puede hinchar dentro de sí misma, como si estuviera llena de sangre. Volviéndose rojo brillante. Los Karna no tienen genitales pero si un ligero bulto y una cola azotadora y de aspecto poderoso. Los Karna tenían 4 dedos en cada mano.
Historia en Midnight[]
Los Karna eran una de las tantas razas alienígenas que fueron emboscadas y llevadas a Midnight por los Hish. Los Karna hicieron aparición como a la mitad de la novela, parte en la Ness se encuentra con uno, al que llama Rattle, capturado por Hish junto con él para cazar. Según sus conversaciones, los Karna tienen una relación menos que pacífica con los humanos, pero peor con los Hish.
los Karna eran una raza avanzada, de un sistema estelar a diez años luz de este, pero sus armas de energía estaban basadas en baterías y se habían muerto hacía mucho tiempo. Eran buenos metalúrgicos y se dedicaban a lanzar dardos y cuchillos a Medianoche. Sobrevivieron en madrigueras debajo de los grandes árboles y en túneles de ríos secos, pero se pensaba que no sobrevivían más de cien en toda la selva.